Las características de un hombre de negocios musulmán son: 1) El comercio no debe distraerlo de recordar a Al-lah; 2) Debe buscar aquello que es lícito; 3) Debe mantenerse alejado de asunto dudosos; 4) Debe esforzarse por ser sincero y honesto, y por temer a Al-lah; 5) No debe descuidar la caridad; 6) Debe ser apacible y flexible; 7) Debe dar facilidad a aquel que está atravesando dificultades y reducir o perdonar su deuda; 8) Se debe alejar de cualquier transacción prohibida.

Está prohibido ayudar a otros en el pecado. El que ayuda a otro a cometer un pecado también está pecando. No todo tipo de ayuda está prohibida; más bien, lo que está prohibido es la ayuda deliberada en la que el que la ofrece tiene la intención de ayudar a la persona en su pecado, o la ayuda directa, como llevar alcohol o escribir contratos que impliquen riba.

Hasad (envidia destructiva) significa desear que una bendición que Al-lah ha concedido a una persona le sea quitada.