Waqf significa congelar el capital o la propiedad, y no disponer de ellos vendiendo, donado o heredando, o de cualquier otra manera, de modo que cualquier ingreso o ganancia se disponga de la manera dictada por la persona que inició el waqf, con fines benéficos y similares.
Un regalo o legado significa renunciar a la posesión de alguna riqueza en favor de alguien que se beneficiará de ella y que tiene pleno poder de disposición sobre ella.
En el caso del waqf, lo mejor es utilizarlo con fines benéficos. Si se usa con el propósito de llamar a los no musulmanes al Islam, si existe la esperanza de que ingresen al Islam y lo más probable es que lo hagan, no hay nada de malo en eso, porque si el dinero de la caridad obligatoria puede ser utilizado para atraer los corazones de las personas hacia el Islam, entonces es más apropiado que el dinero derivado del waqf sea utilizado para este propósito. Pero es mejor usarlo en proyectos benéficos, porque el beneficio de ellos es seguro y no simplemente esperado.
El waqf puede ser utilizado para dinamizar el sistema económico islámico, de modo que los fondos del waqf puedan ser dispuestos de la manera que esté permitida por la Shari'ah con el fin de promover el crecimiento del sistema económico islámico.
Cualquier problema que se pueda esperar con respecto al waqf proviene de los herederos y parientes, y de la forma en que las ganancias deben distribuirse entre los necesitados.
Y Al-lah sabe más.